sábado, 5 de março de 2011

Falece Alberto Granado, parceiro de motocicleta de Che Guevara


A imprensa oficial de Cuba anunciou neste sábado a morte do bioquímico argentino Alberto Granado, aos 88 anos. Amigo de Ernesto Che Guevara, ele acompanhou o líder guerrilheiro em uma viagem de motocicleta em vários países da América Latina no início da década de 1950. A história ganhou notoriedade em 2005, quando foi adaptada pelo cineasta brasileiro Walter Salles no filme "Diários de motocicleta".



O contato com as populações dos locais por onde passou teria despertado o engajamento político de Che, que culminou com sua participação na Revolução Cubana de 1959.



Granado morava em Cuba desde 1961, após ser convidado pelo líder guerrilheiro. A televisão estatal da ilha informou que ele será cremado e suas cinzas serão espalhadas pelo país, além da Argentina e da Venezuela. As causas da morte não foram divulgadas.


Granado e Che, na balsa Mambo-Tango
(mencionada no filme, inclusive)


Finalizo esta postagem com um tango de Gardel, que Granado costumava cantarolar, isso também aparece no filme, inclusive nos extras, que são imperdíveis, pois aparece ele velhinho, dando emocionante entrevista em 2004.

Adios Muchachos

Adios muchachos, compañeros de mi vida,
Barra querida de aquellos tiempos.
Me toca a mi hoy emprender la retirada,
Debo alejarme de mi buena muchachada.
Adios muchachos. ya me voy y me resigno...
Contra el destino nadie la talla...
Se terminaron para mi todas las farras,
Mi cuerpo enfermo no resiste más...


Acuden a mi mente
Recuerdos de otros tiempos,
De los bellos momentos
Que antaño disfrute,
Cerquita de mi madre,
Santa viejita,
Y de mi noviecita
Que tanto idolatre.
Se acuerdan que era hermosa,
Mas linda que una diosa
Y que, ebrio yo de amor,
Le di mi corazón?
Mas el señor, celoso
De sus encantos,
Hundiendome en el llanto,
Me la llevo.


Es dios el juez supremo.
No hay quien se le resista.
Ya estoy acostumbrado
Su ley a respetar,
Pues mi vida deshizo
Con sus mandatos
Al robarme a mi madre
Y a mi novia también.
Dos lagrimas sinceras
Derramo en mi partida
Por la barra querida
Que nunca me olvido.
Y al darle, mis amigos,
El adiós postrero,
Les doy con toda mi alma,
Mi bendición.


Adios muchachos, compañeros de mi vida,
Barra querida de aquellos tiempos.
Me toca a mi hoy emprender la retirada,
Debo alejarme de mi buena muchachada.
Adios muchachos. ya me voy y me resigno...
Contra el destino nadie la talla...
Se terminaron para mi todas las farras,
Mi cuerpo enfermo no resiste más...


Com informações de Cubadebate e SRZD

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